La vuelta a la competición de Ángeles López
El pasado 24 de febrero, Ángeles López en la final contra la francesa Elodie Mazy sufrío un bloqueo en su pierna derecha que le produjo dolor, pero no le impidió ganar el combate en Golden Score. No obstante, al finalizar la competición su rodilla mostraba inflamación y dolor. Al volver a Murcia y consultar con el fisio y el médico, se tramitó la resonancia que mostraba una rotura parcial del ligamento cruzado anterior (LCA), una de las lesiones más comunes en atletas, y mucho más en mujeres de deportes de combate. Tras el primer diagnóstico, tanto el trauma como el fisio decidieron dar 4-6 semanas de trabajo de fuerza para comprobar si la rodilla requería cirujía, que además coincidiría con el periodo de recuperación de su operación de muñeca. La lesión de la muñeca se produjo en la final del Cto de España Absoluto 2016, cuando Ángeles para no caer en una acción de osoto-gari hizo un mortal hacía atrás, lo que provocó una caída de las dos competidoras sobre la muñeca lesionada. La cuestión es que en un plazo de 3 meses (entre marzo y mayo) Ángeles paso en dos ocasiones por el quirófano, primero por la muñeca y después por la rodilla.
Esos tres meses fueron duros para cada uno de los miembros del equipo técnico, pero mucho más para ella. Era consciente que la muñeca había que arreglarla porque arrastraba mucho tiempo una lesión que hasta le impedía agarrar, pero el diagnóstico de la rotura del LCA fue como un antes y un después. De hecho, Roge, el fisio del equipo, decía: «Raquel, este tipo de lesiones a los deportistas les ayuda a replantearse su carrera deportiva, y después si vuelven lo hacen con más fuerza», y así fue también para Ángeles.
Tuvo muchas preguntas, estuvimos analizando el mecanismo de la lesión: un bloque claro en su pierna derecha que tenía todo el peso y el talón fijado, y una fuerza de torsión de su tronco para girar boca bajo y que la francesa no le marcase; establecimos objetivos de preparación mental para cada una de las fases pre y post cirugía; establecimos fases de trabajo de fisioterapia en la clínica coordinadas con las sesiones de Roge (el fisio) especialmente en la fase aguda de dolor; establecimos objetivos de recuperación de la movilidad, estabilidad y control motor en ambar piernas; pasando por la piscina, el gimnasio y el tatami; nos planteamos reprogramar los patrones de giro y pivote en el tatami, sin oposición y con oposición; y se establecieron fases de estabilizar en 59 kg con la nutricionista, adaptando la dieta a los tipos de entrenamiento (alta, media y baja inensidad), ya que nos fijamos como objetivo bajar de a 57 kg, siendo igual o más fuerte que en 63 kg.
En definitiva, desde junio hasta octubre, los objetivos de trabajo de Ángeles estaban ahí, y la vuelta al tatami la comenzamos con calma, desde principios de septiembre arrancamos con trabajos de desplazamientos y control de peso, pivotes y giros, así como trabajo de kumi-kata y tokiu-waza en sombras o con un compañero que le otorgaba colaboración. A partir de mediados de octubre comenzamos a trabajar ne waza, porque ya tenía casi toda la movilidad de la rodilla, y para el judo suelo precisaba esos rangos de movimiento. Fue a partir de noviembre cuando comenzamos a incluir tareas de oposición y fuimos entrando en randori. Las sensaciones cada vez eran mejores, aparecía algún susto en alguna sesión, pero su trabajo de preparación mental le ayudaba a restablecerse, valorar que había sido miedo, y continuar centrada en su tarea. De tal modo, que tras estudiar las diferentes opciones dedicimos incluir la competición del Sector Sur Absoluto en su fase de readaptación, para comprobar que estábamos cumpliendo objetivos, y así fue. Tras el sector, analizamos si participar o no en el Cto. de España, y definitivamente todo el equipo decidió que si, porque a pesar de no estar al 100% de preparación, si consideraban que Ángeles estaba en plenas condiciones de aprovechar esta competición para seguir con su «return to play», por lo tanto allí estuvimos.
Tras la competición del pasado fin de semana, donde hizo 4 combates el balance del trabajo es muy positivo. Valorando tranquilamente todos los aspectos: el estado de su rodilla fue como esperábamos: «no citó la rodilla en ningún momento de la competición»; tuvo claramente definido su calentamiento, así como el trabajo para hacer con cada competidora; su estado mental fue continuamente de tranquilidad, muy centrada, y con mucha ambición; en cuantoa su nivel físico acusó cuando hizo los dos primeros combates a «golden score» y con 10 min de recuperación entre ambos, pero para el 3 combate recuperó adecuadamente; respecto al nivel técnico-táctico, fue adecuado considerando la trayectoría de entrenamiento específico en tatami (últimos 2 meses), si bien es cierto, a partir de ahora iremos cogiendo ritmo en este sentido. Y por último, tenemos la certeza que su cambio de peso ha sido acertado, se ha visto a la judoka que nos tenía acostumbrados: dinámica, rápida y con mucha embergadura.
Por todo ello, me APETECE GRITAR lo ORGULLOSA que estoy de ella, por la constancia, el compromiso y el trabajo que hace cada día. Sobre todo porque le ha permitido evolucionar como deportista, y de nuevo confiar en que el trabajo es el secreto de los grandes éxitos. Pero por supuesto, esto no sería posible sin el GRAN EQUIPO DE PROFESIONALES que tenemos detrás:
- Antony como segundo entrenador y preparador mental
- Roge como fisio
- Arancha como nuticionista
- Laura como coach
- Paco como traumatólogo
- Cristina también como fisio
- Gustavo y Víctor del equipo Tándem
Y todo esto, aquí en Murcia, en una ciudad pequeña, donde si se quiere y se trabaja para ello, tenemos la posibildiad de alcanzar cualquier objetivo.
Muchas gracias a todos, por permitirme disfrutar tanto del TRABAJO EN EQUIPO para el JUDO.
Raquel Hernández
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